El vendedor, muy sorprendido, se acercó al bodeguero y le pregunta por una tapa 710.
Él tampoco la conocía y llamó a un mecánico para repetir la pregunta por la tapa 710. Pero nadie tiene idea.
La mujer insistía y decía que era una parte de su motor y había desaparecido de manera misteriosa. Exigía una nueva tapa 710.
En vista de que nadie sabía nada de una tapa 710, el vendedor preguntó a la mujer si le podía dibujar esta tapa 710.
La mujer, que casualmente había pasado por una escuela de dibujo, no tuvo problema con eso, ya que se recordaba bien la tapa 710. Tomó un
pedazo de papél, dibujó un círculo de unos 8 cm de diámetro y escribió
en el centro el número 710..