En días pasados salí de paseo hacia la costa Atlántica por la troncal del Magdalena y como era de esperarse, mi pobre R-4, destartalado, lleno de óxido y vuelto mierda, se quedó varado en la recta de Pailitas. Me orillé en la carretera esperando que alguien me auxiliara, y como a los 10 minutos pasó un tipo en un Mercedes Benz Kompressor último modelo a 190 Km/h. De pronto veo que el tipo del Mercedes frena, reversa hasta mi pedazo de chéchere y ofrece remolcarme hasta el siguiente pueblo. Acepté de inmediato pero le pedí el favor que no corriera mucho, porque si no mi R-4 y yo iríamos a parar a Saturno; por eso convenimos que yo le iba a hacer cambio de luces cada vez que él fuera más rápido de lo debido.
Entonces el Mercedes empezó a remolcarme, y siempre que se pasaba de velocidad, yo le hacía el cambio de luces (evidentemente le ponía las luces bajas, ya que por variar, uno de los bombillos estaba en corto, y no funcionaban bien las altas).
De repente... ¡horror! Aparece un Porsche Carrera GT turboalimentado, modelo 2.008, negro, con vidrios polarizados, que intimida al Kompressor y lo empieza a retar.
El hombre del "Mechas" no se arruga y acelera a 120, 130, 150, 190, 210, 240, 260 km/h, y yo aterrorizado empiezo a hacerle cambio de luces como loco, y los otros dos, más locos todavía, seguían acelerando; en ese momento pasamos por un puesto de control de la Policía Vial, pero ni vi la porquería de radar que registró impresionantes 285 km/h. Íbamos era en pura...
Entonces el policía en estado de shock avisa por radio al próximo puesto: “¡Atención!, ¡Atención! Dos tipos, uno en un Mercedes Kompressor gris Plata y otro en un Porsche Carrera GT Negro, están disputando una carrera a más de 270 km/h en la autopista...
Entonces el Mercedes empezó a remolcarme, y siempre que se pasaba de velocidad, yo le hacía el cambio de luces (evidentemente le ponía las luces bajas, ya que por variar, uno de los bombillos estaba en corto, y no funcionaban bien las altas).
De repente... ¡horror! Aparece un Porsche Carrera GT turboalimentado, modelo 2.008, negro, con vidrios polarizados, que intimida al Kompressor y lo empieza a retar.
El hombre del "Mechas" no se arruga y acelera a 120, 130, 150, 190, 210, 240, 260 km/h, y yo aterrorizado empiezo a hacerle cambio de luces como loco, y los otros dos, más locos todavía, seguían acelerando; en ese momento pasamos por un puesto de control de la Policía Vial, pero ni vi la porquería de radar que registró impresionantes 285 km/h. Íbamos era en pura...
Entonces el policía en estado de shock avisa por radio al próximo puesto: “¡Atención!, ¡Atención! Dos tipos, uno en un Mercedes Kompressor gris Plata y otro en un Porsche Carrera GT Negro, están disputando una carrera a más de 270 km/h en la autopista...
… ¡Y... juro por mi madre y mis hijos que detrás de ellos va una pecueca de RENAULT-4, rojo santafé, vuelto mierda, haciendo cambio de luces para que lo dejen pasar!”